Page 152 - Grito hacia Roma
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                                Otra noción que consideramos para la selección fue la equidad de género. Son cinco
                                mujeres y siete hombres quienes realizaron las versiones a las lenguas de México. Este
                                aspecto fundamental, necesario e inaplazable, no tiene que ver con cubrir una cuota de
                                género sino con el compromiso real de la unam de ir sentando, paulatinamente, con-
                                diciones más justas e igualitarias en nuestra sociedad. El equilibrio en estas miradas
                                consiste en asentar no sólo cómo se escribe desde una tradición lingüística en particu-
                                lar, sino también desde un tamiz prefigurado por la perspectiva de género.

                                Por último, tomamos en cuenta el criterio de la selección de las lenguas. Hoy en
                                día, de las 69 agrupaciones lingüísticas nacionales, quitando el castellano, hay 68
                                lenguas originarias de México. Por ello, el hecho de que aparezcan 12 de ellas en
                                esta publicación significa un acto de resistencia ante el embate hegemónico del mo-
                                nolingüismo cultural. En este primer ejercicio y acercamiento a la obra lorquiana,
                                decidimos que fueran lenguas que pertenecieran a la región cultural conocida como
                                Mesoamérica: un territorio comprendido desde la zona meridional de México hasta
                                la parte norte de Centroamérica. Es en esta región donde se ubican las lenguas más
                                habladas, después del castellano: el náhuatl, el maya y el zapoteco. Pero también
                                buscamos crear un equilibrio con lenguas de menor presencia, como el hñähñu y el
                                zoque. Estamos conscientes de que muchas otras lenguas quedaron fuera, sobre todo
                                las del norte del país. No obstante, esta primera propuesta abre la puerta a que todas
                                puedan ser incluidas en publicaciones posteriores.

                                Sin ahondar en los procesos puntuales de la traducción a cada una de las 12 lenguas,
                                es importante reiterar que para traducir poesía es ideal que lo haga otro u otra poeta:
                                alguien que puede representar y dar un sentido profundo y conmovedor al texto al
                                que se enfrenta. Ese sistema de valores lingüísticos a partir del cual se nombra el
                                mundo tiene también sus limitaciones, pues no todo puede ser traducido. Por ello,
                                la sensibilidad poética, que va más allá de palabras específicas para convertirse en
                                una revelación del alma, es capaz de recrear una voz ubicua que pueda ser catapul-
                                tada a miles de voces distintas. Ése es el gran valor de «Grito hacia Roma» y de su
                                traducción a estas lenguas de México: una expresión perenne, transversal e indoble-
                                gable de las pasiones humanas y las culturas del mundo.






                                                                                       Rosa Beltrán Álvarez
                                                                                       Coordinadora de Difusión Cultural
                                                                                       Universidad Nacional Autónoma de México
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